“Wächter es una de las 3 esculturas instaladas permanentemente en el KUNSTWEG (Camino del Arte), en Sajonia-Anhalt, Alemania:

“Una ruta de arte que es única en el centro de Alemania ahora conecta el centro de visitantes de Arche Nebra con el lugar donde se encontró el disco celeste en Mittelberg. A lo largo del recorrido de tres kilómetros, se crearon tres obras de arte en las que la arqueología, el arte y la naturaleza se fusionan en una experiencia “entre el mundo y el cosmos”. Los artistas se inspiraron en Mittelberg como un lugar especial durante milenios. Las obras de arte invitan al espectador a desarrollar sus propios enfoques sobre los temas del tiempo y la naturaleza a través de perspectivas inusuales. Y por último, pero no menos importante, brindan para reflexionar sobre la propia existencia en la estructura del espacio y el tiempo. En cuanto a nuestros antepasados, Mittelberg todavía puede ser un lugar muy especial para todos hoy.”

Para el 'Landsmarke y lugar estratégico' había que crear un proyecto de Landart asentado cerca del complejo del castillo medieval. Este debía expresar una imagen de poder, fuerza, protección y representación. Estos conceptos se materializan mediante cinco planchas de bronce fundido, creando la ilusión de la guardia que protege el complejo del Kleinwangen.

Cuando comencé a trabajar en el proyecto me llegaron a la cabeza imágenes de los guerreros de la edad de bronce como los de la cultura Unetice. Me imaginaba las armaduras, las puntas de lanza y los cascos brillando bajo el sol.

Las planchas de bronce parten de escaneados de hayas porque la superficie de estos arboles se asemeja a la musculatura humana. En la antigüedad muchas armaduras cubrían los cuerpos fornidos de los guerreros replicando vagamente sus formas. Cumplían una función defensiva, persuasiva y ofensiva al tiempo

Las armaduras parecen emerger del bosque. El metal dorado captura los tonos verdes de la naturaleza. También me puedo imaginar estas armaduras erigidas y brillantes en el campo nevado del invierno. Los rayos de sol en la superficie reflectante fortalece la imponente presencia de la formación y de sus elementos aislados dotándoles de vida.

La instalación evoca un pasado mítico en el bosque. La presencia de seres pretéritos, humanos o arboles que se alzan ante nosotros. Debido a la distribución de los elementos en el terreno irregular y su amplitud horizontal, la escultura podría parecer en movimiento reforzando la idea de guardianes defendiendo la zona.